Mientras el Papa lamentaba la persecución a los judíos hace más de medio siglo, seguían ardiendo iglesias en Chile, cuyas revueltas contra el Gobierno parecen centrar su potencial destructivo en los templos católicos.
La última ha sido la catedral de Puerto Montt, donde los amotinados causaron destrozos después de intentar quemarla; antes, la iglesia de San Francisco en Valdivia, al sur de Chile, donde las masas de estudiantes sublevados han llegado a profarnar el Santísimo, además de arramplar con bancos, muebles e imágenes religiosas para formar con todo ello barricadas callejeras.
La reacción es de una debilidad tan patética que casi excusa la destrucción. La propia diócesis ha emitido un comunicado que duele leer. Mientras, naturalmente, lamenta la destrucción y, sobre todo, el sacrilegio contra el Cuerpo de Cristo, da su fraternal apoyo a las “hermosas manifestaciones”, pretendiendo ignorar que son lo mismo, que buscan lo mismo, que quieren lo mismo.
Pero esta es la paradoja del presente pontificado, que se ha situado firmemente del lado de quienes a lo largo de toda su historia han destacado por un irrefrenable odio a la religión. Y es esta alineación pública, más dictada por los gestos que por declaraciones tersas -la claridad no es exactamente la característica más destacada de la cúpula eclesial de hoy- la que hace difícil denunciar estos ataques con la fuerza necesaria, como lo es denostar de forma específica la persecución que sufren los cristianos en países islámicos o en la China comunista.
Mucho mejor hablar de los nazis de los años cuarenta, con los que uno consigue el aplauso unánime y nadie se ofende.
¿ Cómo se va a lamentar Francis de las persecuciones a los católicos si es el primero y principal perseguidor ?
Francis, el mayor encubridor, con la excusa del encubrimiento de algunos obispos chilenos, ha destrozado la iglesia chilena, la ha dejado sin autoridad alguna, a merced de donde soplen los vientos.
El Vaticano y su capo di tutti capi callan porque los comunistas diabólicos que queman iglesias, que destruyen el arte de época hispana y ponen en peligro barrios, pueblos y personas… SON LOS SUYOS: los marxistas y castristas bajo cuyos pies han puesto los judas eclesiásticos y religiosos la fe preciosa del Señor y su pequeño rebaño. Que nunca hallen descanso ni aquí ni en la vida eterna.
¿QUIÉN SOY YO PARA JUZGAR?
Como siempre, callando. Y el que calla, otorga.
Es sólo ideología. Hacen lío… Pero si los que incendiaran templos católicos -o en su lugar, sinagogas y mezquitas- fueran neonazis, sí que gritaría clamando al cielo…
La fe católica en Chile está en crisis. No tiene influencia alguna en la sociedad y muere un poco más cada día. El futuro es negro.
Genaro, ¡si fuera sólo en Chile!
La cosa es muy sencilla. Los desmanes recientes en Chile y demás países hispanoamericanos provienen del bolivarianismo venezolano, y como se trata de la izquierda, Francisco se queda calladito.
La cosa es muy sencilla. Los desmanes recientes en Chile y demás países hispanoamericanos provienen del bolivarianismo venezolano, y como se trata de la izquierda, Francisco se queda calladito.
La catedral de Puerto Montt es de madera y obviamente fácil de incendiar. Ha habido un ataque a la Iglesia de San Francisco en Valdivia, también en el sur.
Vamos chicaaaasssss….Carlita Estebaaaannnnn, la Belzuneguiiiiiiiii, que es nieta de Belzebuuuuuuu…..y el resto de cotillas pendencieras….!!!!!! hay noticias de Chile y ustedes no pueden perder la oportunidad de deformar…como dignas hijas del Padre de la Mentira que son….No pierdan tiempo, aprovechen para hacer todo el daño posible, que en eso sin las más dignas hijas de su Padre