El ayatolá iraní Seyed Mostafa Mohaghegh Damad ha pedido al papa Francisco que intervenga para que su país se vea libre de las sanciones que dificultan que pueda aprovisionarse de lo necesario para atender a los enfermos de Covid-19.
En el mensaje publicado a través de Fides, el padre Mallon informa que el ayatolá Seyed Mostafa Mohaghegh Damad, un hombre comprometido desde hace décadas en tratar de colmar la distancia entre Irán y otros países del mundo, ha escrito una sincera carta al Papa Francisco, pidiéndole que intervenga para garantizar que se puedan levantar las sanciones contra Irán, en particular las relativas a la atención médica.
Durante el Sínodo extraordinario en el Medio Oriente en octubre de 2010, el Papa Benedicto XVI invitó a dos líderes musulmanes, uno sunita y otro chií, a participar: el ayatolá Damad fue aquel líder chií.
En el texto de la Carta, recibida por Fides, el ayatolá Damad, quien actualmente es Jefe del Departamento de Estudios Islámicos de la Academia de Ciencias de Irán, dice: «En estos días en que los hombres de todo el mundo están seriamente amenazados por la espantosa propagación de COVID-19, estoy profundamente convencido de que el Santo Padre, con sincero amor y compasión, sigue rezando para que esta tragedia internacional cese y el sufrimiento humano encuentre alivio».
«En Irán - continúa el texto - con la rápida propagación de COVID-19, el pueblo iraní - niños, ancianos, hombres y mujeres de pueblos y aldeas - luchan dolorosamente contra la pérdida de seres queridos causada muy a menudo por la grave falta de recursos médicos como consecuencia de las sanciones impuestas por los Estados Unidos. Dichas sanciones, han multiplicado enormemente los sufrimientos y las aflicciones de la población musulmana iraní oprimida, y la han obligado a enfrentarse a innumerables problemas que han tenido un impacto profundo y negativo en sus vidas, en la paz y tranquilidad espiritual y que, además, la han privado de los derechos humanos más básicos e inalienables».
Así, la carta dirigida al Papa continúa: «Sin juzgar las causas profundas de estas sanciones inhumanas impuestas por los Estados Unidos, como estudioso islámico iraní, humildemente le pido, como amado líder mundial de los católicos, que intervenga para que esas sanciones sean eliminadas». Esto, concluye el líder chiíta, es una «acción humanitaria» propia de aquellos que creen en Jesús que «para todo el mundo es un símbolo universal de paz y amor».
9 comentarios
Hay otros 'malos' (pero apoyados por los EEUU o por China) que tienen la bomba nuclear...
Para el resto están bien puestas las sanciones.
De un margen de confianza. Hasta los enemigos en Nuestro Señor Jesucristo necesitan benevolencia y misericordia. Creo firmemente que el ayatojá lo está pidiendo de corazón y sinceramente.
Hay que abrir lazos de fraternidad, no de odio ni de rencores, lo dijo Jesucristo; "Amad a vuestros enemigos".
Imagino que si el Papa consiguiera algo pronto lo olvidarías, pero la caridad cristiana nos obliga a intentarlo. Deseo fervientemente esa mediación y que de buenos frutos.
Si de verdad necesitan ayuda, y no están dispuestos a hacer ningún gesto por su parte, es solo una tomadura de pelo. Esto no lo entienden los buenístas bobos de Occidente, porque no han sufrido las garras del extremismo islámico, ni les importa las víctimas de Iran.