El condado de Howard, Maryland, ha revocado la norma que prohibía el consumo de cualquier alimento o bebida durante los servicios religiosos, impidiendo de facto la celebración lícita de la Misa.
El martes pasado, el presidente del condado de Howard, Calvin Ball, decretó una orden ejecutiva que entre otras cuestiones impedía comulgar a los fieles e incluso al sacerdote celebrante:
«No habrá consumo de alimentos o bebidas de ningún tipo antes, durante o después de los servicios religiosos, incluyendo alimentos o bebidas que típicamente se consumirían como parte de un servicio religioso».
El portavoz de la archidiócesis de Baltimore, en cuyo territorio está el condado de Howard, mostró su honda preocupación por el decreto y advirtió:
«Para la comunidad católica, la recepción de la Comunión es fundamental para nuestra vida de fe y para nuestro culto público»
Una de las responsables de las relaciones de la archidiócesis con los medios de comunicación, Mary Ellen Russel, mostró ayer mismo la satisfacción de la Iglesia en Baltimore con el cambio de criterio del condado de Howard.
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